Robledo, un asesino fuera de serie Quien vaya a verla esperando encontrar al asesino serial al que nos tiene acostumbrados Netflix se desilusionará, pero eso no está mal, está bien que así sea. La película retrata acertadamente un micromundo adolescente cargado de sexualidad y conductas de riesgo, las dos pulsiones básicas que distinguiera Freud en el ser humano, y que en la adolescencia se presentan con suma intensidad. Si bien Robledo Puch mata “más de tres personas en el plazo de treinta días”, lo que permitiría clasificarlo en la categoría “serial killer” de los perfiladores del FBI (Ressler, Holmes, etc), carece de un elemento fundamental de estos individuos, y es que no mata para satisfacer fantasías perversas. No secuestra a sus víctimas, ni disfruta viendo su pánico antes de darles muerte; no “firma” sus asesinatos con algún rasgo distintivo como Dexter, ni se lleva “trofeos” de la escena del crimen para rememorar más tarde el excitante aquelarre de la matan...
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